Arte Y Moda, entre el amor y el odio.

Silvie Fleury, Shop Bags

Polémica, inevitable, profana, controversial, el Arte y la Moda sostienen una tormentosa relación. Durante el último siglo, la atracción entre ambas disciplinas se ha visto reflejada en el trabajo tanto de modistos y diseñadores como de artistas, que han traspasado las fronteras definidas entre estas dos ramas, estableciendo procesos de retroalimentación, crítica y mutua observación. Factores como la expansión de los medios masivos, la globalización, la entrada de la mujer en el mundo laboral y artístico, los cambios en las estructuras de poder han sido determinantes en el desarrollo de la cultura occidental contemporánea y por supuesto en la relación entre Arte y Moda.



Graham Dolphin

Desde la primera mitad del siglo XX algunos artistas, como Sonia Delaunay introducen en su producción lenguajes y elementos propios de las artes aplicadas, y comienzan a trabajar en conjunto con diseñadores, llevando conceptos artísticos al ámbito de la Moda y el Diseño.

Los dadaístas utilizan las imágenes de revistas de moda y periódicos en el collage como primera herramienta de crítica social. Sin embargo, es hasta mediados del siglo XX, cuando el Pop Art le abre paso a la estética de la cultura de masas hacia los -hasta ese momento- sagrados templos de la alta cultura -Museos, Galerías, etc.- Es Andy Warhol quién mezcla y explota sin pudor los mecanismos de la cultura de consumo y los utiliza como estrategia fundamental de su producción artística, convirtiéndose así mismo en la primera estrella pop del mundo del arte, la moda está ahí como símbolo de poder y status, la obra de Warhol es la exaltación del estilo de vida capitalista.

Pero semejante matrimonio entre Arte-Moda no ha sido visto con buenos ojos, por lo menos en lo que concierne al mundo artístico, pues la Moda se rige por parámetros mercantilistas dirigidos al consumo, pretende acercarse al arte, seducirlo, alcanzar el Status de este y convertirse en él. Por su parte el Arte en su posición de practica discursiva, se mueve entre la fascinación/repulsión que le produce toda la maquinaria productora de deseos: consumo-medios-moda y juega desde la ironía y la crítica.


Marc Quinn, Study For beauty

En los 80´s la moda logra incursionar oficialmente en el mundo del arte a través de la publicación en la portada de la Revista ART FORUM de Febrero de 1982, de una modelo vistiendo un diseño de Issey Miyake, esta concesión a la moda por parte de una revista identificada durante los 70´s con el Arte Conceptual, causa un gran revuelo en los sectores artísticos más radicales. Un año más tarde Yves Saint Laurent presenta su retrospectiva (La primera para un diseñador de moda vivo) en el Metropolitan Museum de Nueva York, que marca la pauta para la entrada oficial de los diseñadores en los grandes centros del arte, como lo confirma la muestra de Armani en el Guggenheim Museum en Nueva York en 1999. Los críticos alegan la perdida de independencia de las instituciones artísticas más importantes, ya que ante la bancarrota, Museos como el Guggenheim se han convertido en grandes marcas bajo el subsidio, y la promoción de eventos no sólo de moda sino de mercadeo en general.


Rapture, catálogo

Este concubinato entre Arte y Moda es finalmente legitimado en el 2002 con la muestra “Rapture” en el Barbican Centre de Londres, curada por Chris Townsend, “Rapture” pretende explorar y celebrar la seducción del arte por la moda, mostrar que pasa cuando estos dos fascinantes mundos colapsan. En una multitud de medios, la exhibición revela la tempestuosa relación entre arte y moda durante los últimos treinta años, incluyendo el trabajo de artistas británicos y estadounidenses como Victor Burgin y Tracey Emin. Una de las obras más recordadas, es la gran escultura en hielo de Kate Moss, realizada por el artista Marc Quinn, que se derrite lentamente gota a gota. “Rapture” es presentada en simultánea en el Barbican con una exhibición de David La Chapelle quien es considerado uno de aquellos transgresores del mundo de la moda pues su trabajo maneja magistralmente ambos lenguajes, con atinado sarcasmo y eléctrica visión, LaChapelle logra explotar la imagen fetichista de los iconos de la cultura pop, cómo olvidar la foto de David Beckham en una postura homo erótica lamiendo una gota de sudor de su hombro.


David LaChapelle, David Beckham.

Legitima o no, La relación entre Arte y Moda es cada vez más estrecha, día a día son más los artistas que trabajan con el tema, pues la moda se ha convertido en el último productor de mitos y fantasías contemporáneas, el escape consumista. Entre los casos más conocidos se encuentran las instalaciones “vivas” de Vanessa Beecroft, las bolsas de compras de Silvie Fleury, las instalaciones de la española Ana Laura Aláez, Las intervenciones en portadas de revistas como Vogue de Graham Dolphin, entre tantos otros. Cabe mencionar las colaboraciones de reconocidos artistas con marcas, como es el caso de las joyas realizadas por el controvertido Santiago Sierra para Chus Bures, con la inscripción “DIAMONDTRAFFICKILLS”.


Santiago Sierra, DiamondTrafficKills

La diferencia: La moda se vale del arte y en algunos casos llega a él. El arte revisa la realidad y sus fantasías, la proyección de los deseos, cuestiona y crítica posturas y comportamientos. El debate sigue abierto.

Cristina Ochoa.

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